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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

25
Jul
2013

Todo es política, con algún pero

5 comentarios

En un post anterior hemos hablado de la importancia de mostrar la incidencia mundana de la fe. Dicho de otro modo: la fe cristiana tiene una relevancia social y es necesario traducirla en una toma de posición política. No se trata de invitar a los cristianos a afiliarse a ningún partido. Mucho menos se trata de que la Iglesia se constituya en aval de ninguna política concreta o de utilizar sus principios morales como argumento deslegitimador de la política. Pero sí se trata de notar que la fe cristiana contribuye al perfeccionamiento de la realidad social y a la defensa de la dignidad humana.

Lo que suscita problema es el hecho de que antes de cualquier posición y cualquier acción concreta, el cristiano y la Iglesia se encuentra ya en un campo de referencias sociales y políticas. Esto significa que cualquier toma de postura de la Iglesia como institución puede considerarse y, de hecho, se considera una toma de posición política. Por tanto, se hace necesaria una reflexión sobre las implicaciones políticas de todos sus enunciados. Si política es tomar decisiones que buscan ordenar rectamente lo social, entonces la política es necesaria, y toda postura sobre las realidades sociales y humanas puede considerarse política. Pero a la Iglesia no le toca dirimir entre dos soluciones distintas e incluso contrarias, mientras estas soluciones sean respetuosas con la dignidad humana (a propósito de la mayor o menor descentralización del Estado, por poner un ejemplo que se entiende fácilmente).

Ahora bien, lo política y lo social se encuentran con lo humano, no lo constituyen. La política tiene un dato previo: el ser humano que ya está ahí antes de que ella intervengan. La persona posee un valor más allá de la dimensión de lo social y su dignidad debe defenderse frente a toda invasión totalitaria de la política. La política no es el horizonte más amplio de la realidad. Existen alienaciones que la política no puede resolver, pues vienen dadas con la finitud del hombre y no pueden ser eliminadas por los hombres. La política puede prevenir las consecuencias de un temporal, pero los temporales causan efectos catastróficos incluso allí donde la técnica ha puesto lo mejor de sí misma. No sólo causan daños evitables en Haití, sino también en un lugar como Japón, donde parecía que todo estaba previsto y programado. ¿Quién soluciona el dolor de aquellos que han perdido a sus seres queridos, o la inseguridad psicológica que produce el verse afectado por una desgracia? ¿Quién responde a la necesidad de sentido que hay en todo ser humano? La fe cristiana no sólo tiene incidencia social, tiene también palabras de esperanza, gracia y salvación.

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Un amigo
25 de julio de 2013 a las 19:41

Acabo de presenciar por televisión la visita del Papa a una pobre favela de Rio de Janerio y de escuchado atentamente su atinado discurso, en su linea entre la espontaneidad y la sencillez, pero con una profunda raíz cristiana. Mi extrañeza y perplejidad ha llegado a la hora de oír las opiniones de algún comentarista, en la linea de que ha "sido un discurso muy social, pero poco espiritual". ¡Sí! muy social pero muy poco espiritual, como si ambos términos fueran antagónicos, contrarios, contrapuestos o excluyentes.

Maite
25 de julio de 2013 a las 20:06

Pregunta usted: ¿quién soluciona el dolor de aquellos que han perdido a sus seres queridos?". Yo añado: una oración por las víctimas de la tragedia de Santiago. Un saludo Padre. Gracias por sus buenas reflexiones.

desde la periferia
26 de julio de 2013 a las 08:59

El pecado estructural que divide al mundo en pobres y ricos, nos llega desde la favela que Francisco visitó ayer en Brasil. Y no es para exaltar al pobre feliz y al rico infeliz. Se trata de justicia. De política justa. Pura denuncia a los poderes fácticos. Alli estaba un gran cartel de Oscar Ataulfo Romero- San Romero de América- para recordarlo. Y para recordar que también él espera subir oficialmente a los altares. Los pobres tambien merecen que sus santos sena declarados oficialmente santos. Cuestión de política eclesial.

Hizo referencia Francisco en Copacabana, a la cara triste de algunos Obispos. No concuerda con la alegría cristiana. Valiente Francisco. Que la Virgen de Aparecida le proteja. Empieza a ser demasiado incómodo, este Papa de los pobres. Papa profeta.

Gracias Fray Martín

telegrama
26 de julio de 2013 a las 18:46

Como en el Atrio de Gentiles,es bueno, necesario escuchar otras voces.Nos enriquece.

Por su interés y actualidad dejo este

Telegrama de Miguel Ángel Aguilar al Papa Francisco.

"Beatísimo Padre, su aval a la lucha de los indignados, su visita a una favela, su ánimo a los jóvenes que protestan contra la corrupción, su afirmación de que ninguna paz es duradera sin igualdad, su petición de perdón a los obispos para señalar que la Iglesia tiene que salir a la calle, son otras tantas pruebas de la vuelta a los paradigmas evangélicos olvidados por la burocracia, el retorcimiento escolástico, el derecho canónico y los dineros de la banca vaticana. ¿Será verdad que la fe mueve montañas y que la caridad calienta los corazones de un renovado cristianismo? Atentos "

Miguel Angel Aguilar.
Cadenaser.com

salgan a la calle y hagan lío
28 de julio de 2013 a las 11:16

“El futuro nos exige una visión humanista de la economía y una política que logre cada vez más y mejor la participación de las personas, evite el elitismo y erradique la pobreza. Que a nadie le falte lo necesario y que se asegure a todos dignidad, fraternidad y solidaridad”.

“el sentido ético aparece hoy como un desafío histórico sin precedentes”

“¿Qué podemos hacer?”. “Salgan a la calle y hagan lío. Que me perdonen los obispos y los curas, pero la Iglesia tiene que cambiar”. “¿Somos aún una Iglesia capaz de inflamar el corazón? Hace falta una Iglesia que no tenga miedo a entrar en la noche de los que se han marchado, de escucharlos, de participar en su conversación”.

“No reduzcamos el compromiso de las mujeres en la Iglesia, sino que promovamos su participación activa en la comunidad eclesial. Si pierde a las mujeres, la Iglesia se expone a la esterilidad”

“La convivencia pacífica entre las diferentes religiones se ve beneficiada por la laicidad del Estado, que, sin asumir como propia ninguna posición confesional, respeta y valora la presencia del factor religioso en la sociedad”.

Francisco. JMJ Brasil 2013

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