Logo dominicosdominicos

Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

7
Oct
2010

Odio transformado por el amor

3 comentarios

En el seguimiento de Cristo, los cristianos estamos llamados a transformar las dificultades y crisis de la vida en momentos de gracia; dicho de otra manera: estamos llamados a sacar vida de la muerte. El libro del Apocalipsis dice de los mártires “que no amaron tanto su vida que temieran la muerte”. O sea, para ellos era más importante la fidelidad a Dios que la propia muerte. La muerte se convierte en algo despreciable cuando está en juego el ser o no ser de Cristo.

Esto que se manifiesta en el martirio, el cristiano está llamado a hacerlo presente en todos los momentos de su vida, en los más ordinarios y normales. Por eso San Pablo invita a sus comunidades de Corinto (1Co 13) y Roma (Rm 12) a adoptar actitudes positivas ante la malicia y la debilidad del prójimo: la caridad es paciente, no es envidiosa, todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, no devuelve a nadie mal por mal (porque devolviendo mal por mal, el amor retrocede y el mal se multiplica), sino que vence al mal con el bien (único modo de que triunfe el amor). Llega a decir san Pablo que “si tu enemigo tiene hambre, dale de comer”, porque así, aunque siga odiándote, al menos harás que se muera de vergüenza. De esta forma desactivas el odio, lo transformas en vergüenza, desorientas al enemigo, porque allí donde él esperaba odio encuentra amor, y así, como hacía Jesús, manifiestas la sin razón del odio.

En muchos aspectos de la vida, la crisis puede ser una oportunidad. En Jesús los cristianos encontramos el más acabado modelo de alguien que supo hacer de la crisis que produce el odio una oportunidad de amor, incluso en el momento decisivo de la cruz. Allí Jesús muere perdonando a sus enemigos. No sólo eso, justificándoles, dando una buena razón al Padre para que les perdone: “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen”. No saben lo que hacen, creen que soy un impostor, están engañados, el odio les ha cegado; por eso merecen el perdón. El odio transformado por el amor.

Posterior Anterior


Hay 3 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


lola
8 de octubre de 2010 a las 10:15

!Que bonito!
Pero es que rrealmente es asi, las personas cuando odiamos , cuando tratamos mal al otro, es porque no sabemos lo que hacemos, estamos tan mal por algo, que lo intentamos hacer pagar cpon el projimo. Cada vez lo veo mas claro. El odio ciega, y cuando alguien odia esta enfermo, estamos hechos para el amor. ¿Porque nos cuesta tanto amar?
Creo que amar es algo simple, es no pensar en nosotros y si en el otro.
pero hay personas que no son amadas, se sienten despreciadas, basura, no humanas, por estar enfermas, terminales, ancianas, ser un estorbo, no servir para nada. Y sin embargo sirveb para algo muy importante, sirven para amar y ser amadas. Pero tendran que aprender, tendremos que aprender, el hombre lo ha de aprender todo, hablar, andar, amar...¿como aprendemos? viendo como lo hacen los otros, si nunca nos han amado no sabremos amar, Por eso creo que en este momento mas que las palabras, la manera de predicar es amando, amando a todos, incluso a los que ye hacen la vida dificil.

Juanjo
8 de octubre de 2010 a las 11:03

Y ¿Cómo transformar el odio en amor?. ¿Acaso no es algo que va incluso contra nuestra naturaleza.?

¡No seamos ingenuos! ¡Es muy dificil! ¡Muy dificil pero POSIBLE! Yo creo que la clave es "entender" a Dios, quien es y como actúa.
No se trata de esforzarnos y a través de pedir su ayuda lograr amar al enemigo. Quizá tampoco que una ayuda espiritual exterior y puntual.
Dios no está "fuera". Dios "no está arriba en el cielo". Está "dentro" y desde dentro de nosotros mismos, en ciertas condiciones, Dios puede actuar a través de nosotros, confiando y respetando nuestra libertad para actuar con amor. Y con amor identico al de Dios; sin medida, sin acepción, sin barrera. Dios se fía de mí para que haga el bien. El bien sin límites. Otra cosa es que yo favorezca y permita esas condiciones o no.
Pero la posibilidad está constantemente en mí a través del Dios mismo que nos habita.
Convertirse, ¿no será ir cayendo es esa cuenta y creando las condiciones para ser esas "manos de Dios"?.

Bernardo
8 de octubre de 2010 a las 15:01

Ese es el verdadero trabajo del seguidor de Jesús en este mundo: transformar tanto odio en amor. Aunque sea por una cuestión táctica, el amor siempre tiene ese poder de suavizar las relaciones y de unir a cuantos están distanciados. Es un trabajo lento y sus frutos no son evidentes, sólo hay que fijarse en el mismos Jesús, pero la fe en su efectividad los hará feraces en el futuro. Amar siempre tiene consecuencias positivas. ¿Quién de nosotros ha olvidado a aquella persona que supo estar a tu lado en aquél momento o que no devolvió mal por mal? El amor todo lo puede, aunque sea de forma diferida.

Logo dominicos dominicos