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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

27
Oct
2009

El error que conduce al horror

7 comentarios

El personaje de Caín, al que la reciente novela de José Saramago ha puesto de moda, se presta a algunas reflexiones que no se aparten demasiado del relato bíblico. La respuesta de Caín a la interpelación divina pidiéndole cuentas por el asesinato de Abel, ¿acaso soy el guardián de mi hermano?, es la clave que conduce del error al horror. Porque precisamente ahí está el fondo de todo el asunto, en tomar conciencia de que cada uno somos guardianes de nuestros hermanos, sus custodios y pastores. Cuando lo olvidamos, de una u otra manera, les estamos matando. No conviene perder de vista el final de la historia de este primer fratricidio, a saber, la postura de Dios que, una vez cometido el crimen, sigue cuidando de Caín. Mientras Caín no supo ser el guardián de su hermano, Dios se convierte en el guardián de Caín.

Algunos detalles en esta historia podrían leerse desde nuestros actuales conocimientos. Después de Caín la maldad de la humanidad comenzó a multiplicarse sobre la faz de la tierra. Entonces Yahvé decidió retirar su espíritu de la carne de los mortales. Ello provocó que la vida de los seres humanos quedase reducida a un máximo de 120 años (Gén 6,3). Más o menos por ahí suelen ir los récords de longevidad. La mala vida acorta la vida.

El que agradase más a Yahvé el sacrificio de Abel permite hacer otra reflexión desde los datos hoy conocidos. Abel era pastor y ofreció un cabrito de su rebaño; Caín era agricultor y ofreció los frutos de la tierra. En casi todas las religiones, los dioses prefieren los sacrificios con derramamiento de sangre a los sacrificios incruentos. ¿Será que pretenden manifestar a los hombres primitivos la necesidad de comer carne, pues esta tiene un papel decisivo en el proceso de hominización?

Caín ha pasado a la historia como la personificación del mal. A una mala persona se la califica de cainita y “pasar las de Caín” es sinónimo de estar muy mal. En nuestro país, según la actual Ley de registro civil, está prohibido poner el nombre de Caín. Tenemos ahí un caso de la influencia de lo religioso en la cultura.

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lola
27 de octubre de 2009 a las 11:57

îenso que eran mas agradables los sacrificios de Abel, no porque fuesen carne, sino porque la intencion era diferente a la de Cain. Es muy importante la intencion, a veces podemos parecer malos o buenos a los ojops de los hombres y ser todo lo contarrio, Por esoi cuando uno se muere, dicen ccuya fe y entrega solo Tu conoces. Me gusta eso de ser el guardian de mi hermano, porque todos somos responsables de todos, ya que todos nos necesitamos. Ojala sepamos aprender de esta leccion, y compartamos las verduras de Cain y la carne de Abel, es decir cada uno a de dar de lo que tenga, solo es eso.

Fray Benito,op
27 de octubre de 2009 a las 17:07


La semana pasada en la sala de espera del médico,encontre dos contemplativas a las que saludé.La espera fue larga y hablamos entre otras cosas de este blog; Preguntaron si sabía quien era fray Benito,naturalmente les dige que yo.Peguntaron el motivo y les respondi que San Benito es importante para mi.Hermanas, no hay problema en poner Pepe Esteve,op.
El libro de Saramago me lo regalo un amigo,el día que salió. Lo lei aprisa por que tiene la letra grande y me resulto cómodo.Saramago dice que es ateo,que no recibio en casa ningun tipo de "traumas" religiosos,pero por que lo que se ve está obsesionado con la Biblia.
En su libro siguiendo los pasos de Caín, el autor encuentra la guía que muestra desde un lugar privilegiado algunos de los episodios más significativos del Antiguo Testamento; por ejemplo impide que Abram sacrifique a su hijo Isaac haciendo el correspondiente comentario de la crueldad de un Dios que pide a un padre que le sacrifique a su hijo. Todos los capítulos tienen un denominador común: la crualdad del Dios Cristiano y la arbitriaridad de sus decisiones.
Caín se convierte en la conciencia crítica que persigue a Dios y a sus fieles incondicionales, que condena los sacrificios de los inocentes,que no halla sentido a las pruebas Divinas.
Saramago cuestiona la Fe ciega,la obedencia incondicional, a la vez que hace una parodia del autoritarismo.
Para Saramago el Dios de los cristianos,falto de razones,se muestra al lector como un Dios caprichoso incluso un tirano. fray Benito,op (pepe Esteve)

caibel
27 de octubre de 2009 a las 20:47

Podemos considerar Abel- Caín como arquetipos presentes en cada uno de nosotros. A lo largo de la vida asumimos el arquetipo Abel, y bajo un pátina de "buenismo" que a veces esconde el poco arrojo para enfrentarse a la vida delegando responsabilidades en alguien mayor que ellos, que les vayan abriendo el camino, y de paso recibiendo palos y bofetadas . Quien se ve obligado a abrise paso en tiempos difíciles son gente curtida, enfrentada a lo fundamental dela vida: no hay mas que ver la generación de la postguerra. Hacerse cargo es algo en el que todos estamos implicados. Siempre hay alguien que intenta que su mochila la lleve el vecino - o el hermano-

En todas las tradiciones religiosas, los periodos fuertes de espiritualidad, de retiro en oración suele ir acompañado de un determinado tipo de alimentación. Está demostrado que determinados alimentos como la carne, el café llevan a la persona a la actividad exterior. Trapenses y cartujos, órdene dedicadas a la contemplación hacen restricción total o parcial de la ingesta de carne. La finura espiritual, la empatía ecológica suele ir ligada a una alimentación vegetariana. " A todo ser animado de vida les doy la hierba verde como alimento" nos dice el Génesis 1,30. Y el comentario de la Biblia de Jerusalen " imagen de una edad de equilibrio y respeto entre todos los seres de la creación, y nos insta al cuidado y uso racional de la naturaleza, así el hombre participa en la obra creadora de Dios". Se insta a cuidar la vida. Por otra parte en estos tiempos de crisis habría que valorar una alimentación basada en cereales, antes que en carne, por su costo, y porque ecológicamente es más sostenible y genera más puestos de trabajo en el tercer mundo, fomentando el comercio justo. Otra forma de ver las cosas. Saludos
Saludos cordiales

Juanjo
28 de octubre de 2009 a las 19:36

Yo no sé si Saramago, sabrá que los once primeros capítulos del Génésis no son libros históricos, pero que son de una gran riqueza teológica. Me da muchas veces la impresión que se habla de ellos como si fuesen "historias realmente acontecidas". A mí lo que me maravilla hoy es que quienes redactaron dichos escritos hace tanto tiempo ya tuviesen la percepción de un Dios que es capaz de perdonar incluso a un homicida.
En un ambiente y un tiempo donde parece que lo lógico incluso para el hombre religioso fuese la justa venzanga.
¡Un libro inspirado por Dios sin duda!

Bernardo
28 de octubre de 2009 a las 20:19

Los 11 primeros libros de la Biblia no son "históricos", eso lo sabemos con meridiana claridad, pero sí han producido mucha historia y es aquí donde el libro de Saramago, que no he leído, puede tener alguna virtualidad. "Histórico" no sólo es lo efectivamente acaecido, sino también lo que produce historia, y nadie negará que los relatos contenidos en el Génesis han producido historia y no siempre positiva, por eso este escritor o cualquier otro pueden permitirse las licencias que quieran, porque una vez que algo ha entrado en la historia cualquiera tiene derecho a intervenir.

Una admiradora de la Orden de Predicadores
29 de octubre de 2009 a las 00:48

Gracias P.Esteve por desvelar su identidad. Sólo decir que soy asidua lectora de este blog y sus comentarios me gustan tanto como los post del P. Gelabert de la que soy una admiradora desde hace años. Desde aquí animo al otro comentarista, que utiliza variados seudónimos pero por estilo se nota que es la misma persona, a que se presente. Saludos para todos los lectores. Letizia.

dice saramago
3 de noviembre de 2009 a las 16:35

Dice textualmente Saramago
"Yo no escribo para agradar, escribo para desasosegar a mis lectores",

Y ahora mi comentario; lo que "vende" es la polémica, ir contracorriente, ser provocativo, meter el dedo en algún ojo. Y eso lo debe saber muy bien el autor. Que se hable de uno aunque sea mal. O mejor que sea mal

Lo polémico ¿como no?. No hay más que ver el número de comentarios al Post de la pornografía en paginas web.

(Juanjo)

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