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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

13
Oct
2015

Una Iglesia mariana

3 comentarios

Lo fundamental en la Iglesia es la santidad, o sea, responder al amor que Cristo nos tiene. Todo lo demás, en la Iglesia, está ordenado a la santidad, a la unión con Cristo. Y en la jerarquía de la santidad, María es figura de la Iglesia. Así se comprende esta comparación, para algunos quizás sorprendente, que Juan Pablo II hizo entre la figura de María y la figura de Pedro: “La Iglesia es a la vez mariana y apostólico-petrina”. No es posible prescindir de ninguno de estos dos aspectos en la Iglesia. Aún así, la primacía la tiene el aspecto “mariano”. Por eso añade el Papa: “Este perfil mariano es igualmente –si no lo es mucho más- fundamental y característico de la Iglesia, que el perfil apostólico y petrino, al que está profundamente unido. La dimensión mariana antecede a la petrina”.

Dicho de otra manera: los ministerios en la Iglesia, por muy importantes que sean, están al servicio de la comunión y de la santidad de la Iglesia. La organización está al servicio de la vida, y no al revés. Esta dimensión “mariana” de la Iglesia nos invita a pensar, sentir y organizar la Iglesia desde el único carisma que es incondicional: el amor. Únicamente es habitable una “casa de Dios” en la que sea el amor la razón y el criterio de toda organización.

La Iglesia necesita espacios y lugares en los que pueda verse explícitamente realizada la dimensión mariana-fraterna de la Iglesia. Pues la Iglesia es una comunión. Y es importante que, en ella, puedan verse realizaciones concretas (aunque sean imperfectas) de la comunión. De ahí la importancia que tienen las comunidades, en sus distintos modos de organizarse y expresarse. Hay comunidades estrictamente laicales. Hay otras de personas que viven la castidad en el celibato y se conocen como comunidades religiosas o de consagrados. En las comunidades de consagradas y consagrados la santidad tiene la primacía sobre el ministerio, como María está antes que Pedro.

La vida consagrada, en la que personas distintas, se unen en nombre de Cristo, formando “un solo cuerpo” unido, no por la carne y la sangre, sino por la fe y el amor, es un modo de realizar hoy la nueva familia que Jesús vino a fundar, familia que anticipa la fraternidad perfecta del Reino de los cielos. Este modo familiar de vivir, que es la vida consagrada, encuentra su primer modelo en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Pero no solo ni primeramente en los capítulos dos y cuatro en los que se sintetiza la vida de las primeras comunidades cristianas (Hech 4,23 y 2,42-45), sino antes y principalmente en el capítulo uno, donde los discípulos varones y las discípulas mujeres hacen vida común esperando la llegada del Espíritu. Con ellos y ellas está también esta discípula llamada María, la madre de Jesús (Hech 1,12-14).

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ivan grillo
13 de octubre de 2015 a las 20:53

Observaciones a la presente lectura: La santidad jamas debe de considerarse un fin, un proposito, una meta. Esta debe ser la consecuencia de una correcta conducta en el comportamiento o relecion con muestro projimo. Si queremos agradar a Dios, portemonos con nuestros semejante como quisieramos que ellos se comportaran con nosotros.
Cuan lejos esta de llevarse acabo el ejemplo de vida que nos dio Jesus. La Iglesia lejos de constituirse en una comunidad que imita las enseñanzas dejadas por Jesus, sigue mas bien las directrices que marco Costantino. El poder, en mando, el gobierno, la opulencia, los ceremoniales, las pompas y vanidades de este mundo, son los parametros que aun subsisten en la organizacion que fundaron tardiamente los seguidores de Jesus. Cuantos males en nombre de Dios ha producido la Iglesia, (considerada esta como la Jerarquia-el Magisterio), con pedir el perdon no se mitigan los daños causados. Todavia se sigue haciendo daño. Ignorarlo es perpeturlo.

Antonio López Sernández
14 de octubre de 2015 a las 02:45

De acuerdo, P. Gelabert. Tanto amó Dios al hombre que se hizo hombre en una joven especial, escogida, María. No sólo se encarnó en Ella, sino que quiso dárnosla como Madre. María dijo un “hágase” que supuso el inicio de la redención del hombre. Y tanto amó al hombre que murió por él. Nos dejó a su Iglesia. Puso a Pedro como piedra angular, con sus defectos y virtudes.
Contestando a Iván Grillo, sólo le puedo decir que la Iglesia es santa y pecadora. Santa es el primer atributo que se añade a la palabra Iglesia. Sin embargo, también los pecados de los miembros de la Iglesia son los pecados del pueblo de Dios. Afectan a la misma iglesia. Debilitan y manchan el cuerpo misterioso y santo de Cristo.
De este modo, la Iglesia es una comunión de pecadores y una comunión de santos. A pesar de su pecado, la Iglesia es llamada santa; y, aunque santa, está marcada por el pecado. El pueblo de Dios se ve sometido a las vicisitudes del tiempo; es deficiente y pecador; tiene continua necesidad de reforma y de perdón.
La Iglesia se constituye ella misma en juez y reformadora de sus debilidades. A pesar de estas debilidades, no cesa de producir regularmente santos grandes y fieles cumplidores del mensaje de Cristo para ser propuestos a la imitación de todos. Ella misma, desde las entrañas del mensaje evangélico, es la encargada de corregir sus defectos y pecados. El Espíritu Santo no la abandona jamás. “Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”. “Yo estaré con vosotros hasta la consumación del mundo”.
Actualmente se da una persecución sangrante a la Iglesia. Muchos medios de comunicación sensacionalistas magnifican los pecados y escándalos de algunos miembros significativos de la Iglesia. Olvidan la entrega desinteresada de los misioneros, de las personas dedicadas a los demás (ONGs católicas, hospitales en el 3er. Mundo…). Todo esto, por ser lo normal, lo dominante, no es sensacionalista, como el escándalo, por ejemplo, de un clérigo pedófilo. A pesar de todo, la Iglesia y su mensaje siguen siendo ancla de salvación. Lo más llamativo es que a pesar de los escándalos, sigue indemne el mensaje de Jesús.

ivan grillo
14 de octubre de 2015 a las 18:13

Señor: Antonio Lopez S. y demas comentaristas. Les recomiendo sacar un poco de tiempo y escuchar esta conferencia sobre Maria la madre de Jesus historico, ya que a Maria la han divinizado con el paso del tiempo y la han convertido en la madre de Dios, algo inaudito de considerar. Escucen a este biblista e investigador, quien nos pone al dia de los ultimos descubrimientos respecto a ciertos aspectos de la religiosidad popular, que ha distorcionado muchos aspectos historicos.
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Álvarez Valdés, sobre “María de Nazaret: aproximación histórica”

Esta semana, el teólogo y biblista Ariel Álvarez Valdés, presidente de la Fundación Diálogo, fue invitado al programa La fábrica de la ciencia, que emite radio Gavá (de Barcelona, España), donde abordó el tema “María de Nazaret: aproximación histórica”.

Álvarez Valdés, que se encuentra en España desde hace tiempo, participó junto al Dr. Gerardo Jofre, especialista español en arqueología bíblica. Ambos fueron los encargados de exponer, a lo largo de una hora de programa, los diversos aspectos de los nuevos estudios bíblicos sobre la "Virgen María".

Sin duda que la madre de Jesús es uno de los personajes más influyentes y destacados, no sólo de la Biblia y de la religión cristiana, sino de la cultura occidental. Por eso el programa de esta semana despertó un enorme interés entre los habituales oyentes de la emisora radial.

Durante la entrevista, dirigida por el periodista Jorge Onsulve, se abordaron los siguientes puntos:
1) ¿Quién fue María?
2) ¿Cuáles son los primeros testimonios arqueológicos sobre ella?
3) ¿Qué dicen los evangelios apócrifos sobre María?
4) ¿Dónde nació? ¿Cómo era Nazaret en tiempos de Jesús?
5) ¿De dónde proviene la idea del nacimiento virginal de Jesús?
6) ¿Por qué María nunca aparece en el ministerio y la predicación de Jesús?
7) ¿Fue María testigo de la crucifixión de su hijo?
8) ¿Qué se sabe de su muerte?

Quienes deseen escuchar el programa, pueden hacerlo en el siguiente link:

http://www.ivoox.com/historia-religiones-el-cristianismo-maria-de-audios-mp3_rf_8856046_1.html

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