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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

30
Nov
2010

Preservativo, mal menor

14 comentarios

Lo que Benedicto XVI ha declarado sobre el uso del preservativo en algunos casos, posiblemente represente una pequeña novedad en su enseñanza. Sin duda, la declaración no es un acto del Magisterio de la Iglesia. Aunque, ciertamente, es propia de una persona competente. Lo sorprendente es que, una vez que el Papa lo ha dicho, se han acallado muchas bocas que seguramente, si eso mismo lo hubiera dicho cualquier teólogo o catequista, se hubieran manifestado negativamente. No sería correcta esta postura: si lo dice el Papa está bien o, al menos, es respetable, y si lo dice otro está mal o, al menos, es discutible. Las cosas no son ni buenas ni malas en función de quién las dice, sino de la verdad intrínseca del asunto. Lo que hay que discutir es el asunto por sí mismo, sin prejuicios y con argumentos.

Estoy convencido de que lo dicho por el Papa no aporta ninguna novedad en materia moral. Es simplemente una aplicación de la doctrina del mal menor, aceptada por todos los moralistas y que bastantes confesores han recomendado alguna vez: "Es lícito persuadir a uno que haga un mal menor si ya está determinado a cometer un mal mayor. Y la razón es que, quien tal aconseja no pretende un mal sino un bien, es decir, que se elija un mal menor", decía San Alfonso María de Ligorio. Y citaba a San Agustín: "Si de todas maneras lo tiene que hacer, mejor que cometa un adulterio que no un homicidio, o mejor una simple fornicación que un adulterio". En materia moral hay que tener en cuenta siempre a la persona y sus circunstancias.

Me contaron un caso: una mujer casada, con hijos, buena cristiana, precisamente por ser cristiana aguanta y cuida a un marido drogadicto. Por estar convencida del valor del sacramento, no quiere abandonarlo, a pesar del sufrimiento que eso le supone. Hay momentos en que el marido pide tener relaciones sexuales, cosa que a su mujer, dada la situación, más bien le repugna. Además, es consciente de que es una irresponsabilidad quedar embarazada en las actuales circunstancias. Si no acepta la propuesta de relación sexual, el marido se pone muy violento. Ella acepta con una condición: que use el preservativo. Hay quien le dice que, en una católica, esto es inaceptable. ¿Cuál la buena respuesta? ¿Estamos ante un caso con un tratamiento similar al que se refiere el Papa?

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Sixto
1 de diciembre de 2010 a las 03:35

Martín, buen post. Que el matrimonio haya de estar abierto a la vida no significa que cada vez que los casados tengan relaciones sexuales vayan a tener un hijo. Los bienes del matrimonio no se reducen a éste, sino que son más y habrá que tenerlos en cuenta en los discursos. El derecho canónico, que no pasa por ser modelo de libertinaje, es más sensato que los guardianes, no diré de la ortodoxia, sino de la veterodoxia. Definitivamente, hay que revisar la moral sexual y darle bastante menos importancia de la que se le da. Si al final todo lo que diga el Papa va a quedar reducido al preservativo... Ay, ay, qué cosas :)

javier langarita
1 de diciembre de 2010 a las 09:24

En mi opinión entre la moral y el dogma han ahogado el mensaje del evangelio.
El problema principal de la iglesia es la tremenda herejía emocional, incluso desde dentro de los mismos cristianos, entre los jerarcas y el pueblo fiel. Pensemos simplemente en cómo se gestó en el post Vaticano II todo lo referente a la pildora, preservativo,... y la opinión de los padres conciliares. Pero ahora toca ser más papista que el Papa. Y así nos luce el pelo.

Juanjo
1 de diciembre de 2010 a las 09:52

Cualquier persona, con una mínima formación y comprensión adecauda en materia de antropología teológica escucha esta noticia con total naturalidad.
El gran revuelo lo he notado especialmente en los extremos. Tanto del consevadurismo a ultranza como del progresismo hipercrítico e inadecuado. Sabía desde el principio que este tema iba a traer cola y en todo lo posible he intentado mantenerme al margen.
Entre los comentarios más acertados y equilibrados comparto la postura de Santiago Agrelo, adjunto enlace para quien le interese conocerlas;
http://www.periodistadigital.com/religion/opinion/2010/11/29/religion-iglesia-opinion-agrelo-preservativo-sida-vida.shtml

JM Valderas
1 de diciembre de 2010 a las 10:05

Caros Martín y compañía: En moral, como en todos los aspectos de la vida, ciencia incluida, un buen planteamiento de un poblema es media resolución. La doctrina parece cierta: el mal menor, siempre que medie un bien, otros fines del matrimonio (remedium concupiscentiae como avanzaría san Agustín) y riqueza del mensaje evangélico (que no ahoga sin embargo, el dogma). Yo no sé lo que diríais, los que sois sacerdotes, en el confesionario o en la dirección espiritual; ni entro en ello. A mí me interesa algo más banal: la objetividad moral de los actos. Que no es lo mismo que casuística. Y eso lo echo en falta. Se quejan, por ejemplo, los investigadores de que la Comisión Nacional de Bioética (nortamericana) establecida por Obama sea incapaz de remangarse y bajar al terreno de lo concreto. Hoy el Vaticano se ha remangado en el caso de los transgénicos. Me parece que falta una teología moral clara, apoyada en la ley natural y ésta en la ley eterna. Benedicto XVI lo ha dicho en numerosas ocasiones y, qué casualidad, es el primero en aplicarla al caso concreto de los peligros del SIDA y su propgación principalmente a través de la prostitución masculina (en la terminología alemana empleada por el Papa). A un científico no se le pide que conozca sólo las leyes de Newton, sino que sepa aplicarlas a la trayectoria de los satélites artificiales. ¿Por qué un moralista es incapaz de aterrizar en el día a día y se queda en la estratosfera? ¿Será porque no conoce qué sea realmente la ley natural? No creo que a nadie le interesa mi opinión en este problema. Un saludo cordial a todos.

Bernardo
1 de diciembre de 2010 a las 10:30

Me parece que has puesto el tema en el lugar adecuado. No se trata de actos sino, principalmente, de actitudes y éstas inmersas en las circunstancias, siempre diferentes y propias de cada ser humano. Yo sé bien de la humanidad con la que muchos sacerdotes aplican la moral impuesta, pero se trata de ir al fondo del problema, que no estriba en supuestas objetividades, sino precisamente en la subjetividad de cada ser humano que debe tomar decisiones en su vida de forma muy precisa y rodeada de sus propias circunstancias. De nada sirven las normas objetivas para todos.

lola
1 de diciembre de 2010 a las 14:42

P martin, me acabo de comprar el libro..he intentado buscar este tema...y luego leerme el libro tranquilamente...y yo que no veo donde el papa dice eso...¿soy tonta o que?
buenpo me lo leere normal y luego opinare...de todas formas, la humane vitae deja clarisimo que si es necesario utilizar medios como tratamiento se pueden usar,.y este seria aqui el caso. La Iglesia es Madre...pero una cosa son los casos `particularess y otra cuando se habla en general...gracias P martin por todo.

Gogogar
1 de diciembre de 2010 a las 17:40

No veo tan claro que las palabras del Papa sean "una simple aplicación de la doctrina del mal menor". Lo que dice es que en algunos casos el uso del preservativo puede ser "un primer paso en el camino hacia una sexualidad más humana". Es algo que puede estar en el camino recto, aunque no sea lo ideal (la meta). Si nos lleva por el camino recto, ¿es un mal moral? ¿Tendrá algo que ver con lo que Tomás de Aquino llamaba "virtud imperfecta"?

josemaría esteve i pallarés,op
1 de diciembre de 2010 a las 17:52

Día 1 de diciembre, desde 1988 fecha como "Día internacional de la lucha contra la SIDA.
Que sorpresa!,resulta que todos lo pensaban,algunos profesores dicen que lo enseñaban y NADIE decía nada del MAL MENOR. Era Vox populi y nadie lo predicaba.
Lo que se puede leer en la prensa del 18 de Marzo de 2009,fue el viaje a Africa del Papa Benedicto XVI. El Papa no demoró en referirse al sida,que azota al continente africano,reiterando la posición de la Iglesia Católica contraria al uso del preservativo.
En Yaundé el Papa pronunció un breve discurso en el que recordó los males que sufre Africa,"la violencia,la pobreza,el hambre,la corrupción y el abuso de poder"
Previamente,en el avión que lo llevaba desde Roma a la capital de Camerún,el Pontífice estimó que no se puede "solucionar el problema del sida",que es una devastadora pandemia para Africa "con la distribución de preservativos"
En el Africa subsahariana está el 67% de los 33 millones de personas portadoras del virus en el planeta,incluyendo el 90% de los niños portadores.
Esta tarde en Valencia en el más al vent de valencia no habra miedo sino abrazos,besos y solidaridad.

condón: artículo básico en la cesta de la compra
2 de diciembre de 2010 a las 08:09

Algún clerigo echa balones fuera diciendo que el Papa en su libro se refiere al condón en caso de prostitución masculina. ¡ Ya son ganas de querer marear la perdiz!. La realidad es que el condón es utilizado mayoritariamente por católicos en sus relaciones íntimas.Ogino o la paternidad al azar, es todo menos responsable. Ya es historia. Y Dios nos quiere responsables en todo.Se utiliza el condón a mansalva. Y lo sabemos todos. Una decisión que toman católicos en conciencia ante Dios,en libertad más allá de lentos trasnochados legalismos. Los laicos son maduros para tomar sus propias decisiones. Y es evidente que la procreación no es el resultado de cada relación íntima. Ni siquiera en familias numerosas de movimientos neocon. Afortunadamente la paternidad es cada día más responsable. Y la prevención de enfermedades de transmisión sexual es un derecho de todos. Porque la debilidad humana es un hecho. Y una noche loca, una cana al aire puede contagiar sida, herpes vaginal, sifilis a quien comprometió su fidelidad. Y eso además de ser causa de separación matrimonial es un delito denunciable. El uso del condón es un acto responsable. De hecho, de uso diario.Incluido en la lista de la compra del supermercado.
Saludos.

JM Valderas
2 de diciembre de 2010 a las 10:06

Con tu permiso, Martín. He sido el único que ha aludido al adjetivo empleado por el Pontífice. Y a él me remito. ¿Balones fuera? Balones fuera sería entrar como elefante en cacharrería y empezar a confundir lo que se hace con lo que debe hacerse. Incluso sabe qué ocurre en el seno de familias que han abrazado un modo de vida más exigente. El argumento es el mismo que el aducido por los abortistas: puesto que se aborta en masa, justifiquemos el aborto. Es un hecho, por tanto es moral. No he hablado en ningún caso de legalismos. Mi apelación a la ley natural nada tiene de constricción jurídica. Ni siquiera he insinuado lo que en bioética se llama "slippery slope argument", que siempre me ha parecido pacato y un tanto falaz. Mi opinión, repito de nuevo, me la reservo.

Andrés
2 de diciembre de 2010 a las 13:45

Con respecto al adjetivo utilizado por el pontífice, Federico Lombardi preguntó personalmente al papa a este respecto y dijo lo siguiente, copio textual:

Lombardi asegura que hubo un error de traducción. "Que se trate de un hombre, una mujer o un transexual prostitutos, es lo mismo: el mensaje es que hay que evitar poner en riesgo la vida del otro, un primer paso hacia la responsabilidad'', insiste

Por último decir lo siguiente: Qué bien les ha venido a algunos canonizar a Aristóteles...

a quien torticea
2 de diciembre de 2010 a las 18:31

¡ Ay señor, señor...se equivocó la paloma se equivocaba. El autoreferente se pasó de frenada. No iba dirigido el comentario en esa dirección. Sí,al erudito que saca el tema del aborto, que ya es querer torticear...o sacar la patita de la caverna a ver si le da el sol.
Y es que algunos no necesitan piel de plátano: resbalan solos...como elefantes en cacharrería. Adviento, buen tiempo para revisar narcisismos.

UN CURIOSO
2 de diciembre de 2010 a las 19:18

Ni he leído el libro, (que sólo es el relato de una entrevista con el Papa), ni soy moralista, pero me atrevo a intervenir en esta ágora de temas cristianos muy interesantes. Creo que lo que subyace en el fondo de la discusión es si la relación sexual de una pareja ha de tener por fin principal y primario la procreación. Me parece un tema bastante discutido desde hace años y hoy, en general, está admitido que en esa relación lo primario y principal es la expresión humana del amor mutuo entre el hombre y la mujer. Y esa expresión es naturalmente muy satisfactoria tanto para el hombre como para la mujer que se aman mucho, aunque no piensen ni quieran procrear. (Para mí deben quedar fuera de esta discusión los casos de los prostitutos y prostitutas. Estos casos han de enjuiciarse desde otros principios morales). Pero volviendo a nuestro tema yo peguntaría ¿es malo al beber vino o al comer unos buenos manjares experimentar una gran satisfacción y bienestar? ¿Son malos los resortes y las sensaciones que el Creador ha dejado establecidas en los actos humanos? ¿Son malas las caricias con las que se expresa el cariño de una persona a otra? Nadie puede determinar qué caricias son moralmente correctas y cuáles no, si prescindimos del principio de la procreación. En mi opinión una pareja PUEDE Y DEBE quererse mucho POR AMOR Y SOLO AMOR, sin pensar en la procreación. Dios no puede enojarse por ello, eso no es una ofensa al Creador. Vale.

Martini
3 de diciembre de 2010 a las 07:43

cardenal Martini: no le toca a la iglesia ni prohibir o condenar el preservativo, ni tampoco permitirlo o recomendarlo.

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