30
Oct
2006Oct
Pasar más tiempo con mi madre
5 comentariosInmaculada pide morir. Tiene distrofia muscular. Y muchos dolores. Tuvo que entregar a su hijo en adopción, porque se quedó viuda con el niño de ocho meses y la enfermedad le impedía cuidarlo. El hijo, que ahora tiene 26 años, se enteró hace dos años de quien era su madre después de preguntar a mucha gente e indagar en el registro civil. Y fue a visitarla. Ahora se ha enterado por la prensa de que su madre quiere que desconecten el respirador. El hijo la ha llamado, ha hablado varias veces con ella, pretende ir a visitarla porque no quiere que su madre se vaya. Ha dicho: “me gustaría pasar más tiempo con ella”. Hasta aquí los datos que pueden encontrar en la prensa de estos días.
Hay gente que no encuentra sentido a la vida. Si además esta gente sufre mucho, es hasta “lógico” que quieran dejar de sufrir. Y si la forma de hacerlo es suprimiendo la vida, la consecuencia parece inevitable. No me toca a mi juzgar nadie. Pero sí que me parece que el buen camino para desear vivir es encontrar sentido a la vida. Y la mejor forma de encontrar ese sentido es sabiéndose amado. Más que sabios consejos, más que reflexiones moralizantes, más que lamentos, más que palabras dichas desde fuera, el buen camino es dar amor, el buen camino es el de ese muchacho: te quiero, y como te quiero, no quiero que te vayas, quiero estar a tu lado, quiero que estés conmigo. ¿Vale la pena la vida a pesar del sufrimiento que conlleva? Seguro que sí cuando hay amor.
Hay gente que no encuentra sentido a la vida. Si además esta gente sufre mucho, es hasta “lógico” que quieran dejar de sufrir. Y si la forma de hacerlo es suprimiendo la vida, la consecuencia parece inevitable. No me toca a mi juzgar nadie. Pero sí que me parece que el buen camino para desear vivir es encontrar sentido a la vida. Y la mejor forma de encontrar ese sentido es sabiéndose amado. Más que sabios consejos, más que reflexiones moralizantes, más que lamentos, más que palabras dichas desde fuera, el buen camino es dar amor, el buen camino es el de ese muchacho: te quiero, y como te quiero, no quiero que te vayas, quiero estar a tu lado, quiero que estés conmigo. ¿Vale la pena la vida a pesar del sufrimiento que conlleva? Seguro que sí cuando hay amor.