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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

29
Nov
2006

Obras mayores aún

5 comentarios
En esta página de los dominicos hay información suficiente sobre el año jubilar dominicano. Estamos de enhorabuena. Las dominicas y los dominicos tenemos detrás una historia de la que podemos sentirnos orgullosos. Pero esta historia nos está interpelando, estimulando. El pasado no está ahí para recordarlo nostálgicamente: “El que cree en mi –decía Jesús- hará las obras que yo hago. Y las hará mayores aún”. ¡Mayores aún! Si no queremos que sea un pasado muerto, importa hacerlo presente. Y para ello no necesitamos ser muchos, ni jóvenes, ni guapos. Necesitamos ser fieles. Mujeres y varones de oración. Y mujeres y varones de estudio. Llamados a ofrecer una predicación que no sólo calienta el corazón, sino sobre todo que ilumina la inteligencia: ¿por qué somos cristianos y no otra cosa?, ¿por qué damos testimonio?, ¿por qué celebramos la fe?, ¿cómo ser cristiano y amar este maravilloso mundo moderno en el que tenemos la suerte de vivir? Llamados a ofrecer una predicación de la gracia. Predicador de la gracia, decimos de nuestro padre Sto. Domingo. ¿Anunciamos un Dios que sólo quiere el bien y la salvación del ser humano o anunciamos un Dios duro, exigente con los humanos?

En esta familia nuestra, las hermanas han sido parte fundamental. Fundamental: lo necesario, lo imprescindible, lo que sirve de soporte y de base. Sin ellas la familia no sería lo que es. Por eso, es lógico que el año jubilar comience en sus Monasterios. En España hay tres Federaciones de Monjas. Yo conozco una, la de la Inmaculada. En la ciudad de Torrent ellas celebrarán, el próximo domingo, en la Iglesia de su Monasterio Federal el inicio del año jubilar. Estas hermanas tienen un estimulante pasado, un maravilloso presente y son la garantía de un mejor porvenir. Gracias a ellas muchos frailes comieron cuando ellas no tenían. Gracias a ellas muchos frailes han encontrado apoyo y estímulo en su ministerio. ¡Cuánto les debemos los frailes de la Provincia! Bueno es reconocerlo.
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MPUG
29 de noviembre de 2006 a las 19:17

En clase de Escatología recalcabamos que el encuentro con el otro nos ayuda a ser más nosotros, cuando ese otro es como nosotros ya nos enriquece, cuando los otros son más que nosotros nos engrandecen, está muy claro que este Otro al que nos referíamos es el OTRO TRASCEDENTE, pero cuando pienso en la gran historia que ha precedido al presente de la Familia Dominicana a mi me engrandece.
Cada vez que leo la vida de un Santo dominico reconosco que la órden tuvo y tiene grandes personalidades, por su fidelidad. Cierto es, Martín, que la grandeza mayor está en la fidelidad a lamisión y al carisma, de tal manera que con nuestra vida y palabra seamos predicadores de la gracia, a ejemplo de Nuetro Padre.
En 800 años la Oreden se ha enriquecido con un sin número de mujeres que desde su fidelidad han vivido la oración, el estudio y la predicación.
Estaremos el proximo domingo en el inicio del año jubilar.

lola
30 de noviembre de 2006 a las 00:41

y no solo los frailes, todos los cristianos debemos mucho a las monjas, CASA DE PREDICACION llamaba Domingo a los conventos, y es que son el pulmon de la Iglesia.
Hoy mas que nunca son un testimonio, a a gente les puede atraer la vida activa, el aparentar...ellas desde el silencio, parece que no hacen nada y sin embargo...la oracion es lo mas necesario, sin vida de oracion un cristiano no es cristiano, por mucho que haga...
P Martin, gracias por recordarlo

el marinero de los monegros
1 de diciembre de 2006 a las 14:21

Las monjas contemplativas son el "esqueleto" de la Orden. El esqueleto, los huesos, son el sustento del tejido, de los vasos que riegan nuestro cuerpo. A los "huesos" nadie les damos importancia si no nos duelen. Sin embargo, es nuestro soporte vital. Gracias a nuestras mojas por ser esqueleto en la Orden. Muy agradecidos también los que somos seglares.

silente
2 de diciembre de 2006 a las 10:13

Felicidades a las monjas dominicas que desde la ductulidad de su Silencio Orante expanden Amor contemplativo a su Orden,a la Iglesia y por extensión, a todo el Universo.Gracias por esta red de Amor.

Juan
5 de diciembre de 2006 a las 22:20

Que tal, Fr. Martín, si en el porvenir de las dominicas estuviese un proyecto de posible ordenación sacerdotal sin tener que esperar otros 800 años? Mi gratitud a ellas a ti por
recordármelo.

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