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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

8
May
2020

Mayo, mes de María con virus

3 comentarios
rosa02

Algunas fiestas cristianas han surgido con la buena intención de “cristianizar” un acontecimiento o celebración no cristiana. Algo de eso ha ocurrido con el mes de mayo, dedicado tradicionalmente a honrar a la Virgen María. ¿Cuál es la posible influencia no cristiana que hace de mayo el mes de María? En Grecia, el mes de mayo estaba dedicado a Artemisa, la diosa de la fecundidad. En la antigua Roma, el mes de mayo estaba dedicado a Flora, la diosa de la vegetación. En el hemisferio norte, mayo es el mes primaveral por excelencia. Referencias interesantes, pero lo interesante de verdad es la figura de María, pues en ella encontramos un modelo de fe y un aliento para nuestra esperanza.

El Concilio Vaticano II se refirió a María como “peregrina de la fe”, o sea, como aquella que encuentra su lugar en el seguimiento de Cristo. A María se aplica la bienaventuranza de la fe: felices, sí, verdaderamente felices los que escuchan la Palabra de Dios y la guardan, como ella lo hacía fielmente. Todo lo demás, comparado con esto, es secundario. Por este motivo, Jesús corrige el elogio que una mujer quiere hacerle piropeando a su madre, como todavía hacemos nosotros al decir: “viva la madre que te parió”. Jesús replica: no se trata de los pechos que me amamantaron ni del vientre que me llevó, sino de acoger la Palabra de Dios. Y ahí, en la acogida de la Palabra, todos tenemos las mismas oportunidades. Para María y para cada cristiano la fe es la cuestión fundamental de su vida: ¿me fío o no me fío de Dios? Sólo así puede cumplirse la última bienaventuranza de Jesús: “dichosos los que creen, sin haber visto”.

Por otra parte, María es aliento para nuestra esperanza, tal como reza la Salve. En estos tiempos que corremos, la esperanza es más necesaria que nunca. Para todos. Pero sobre todo para aquellos que siguen todavía bajo el influjo del covid-19, bien porque lo están padeciendo, bien porque viven el duelo de no haber podido despedir a los suyos, bien porque la crisis sanitaria les impide trabajar y temen perder su medio de vida. Una persona afectada me ha dicho: “lo que necesito es un abrazo”. Sí, el virus es un mal bicho, pero el aislamiento y la soledad que produce aumentan el daño. Por eso es importante la labor que podemos hacer como cristianos, acompañando a esas personas, aunque sólo sea virtualmente. Un abrazo virtual no es un abrazo perfecto, pero puede ser un signo de cómo nos abraza ahora Dios y de cómo la dulce Virgen María nos ampara.

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J. García
8 de mayo de 2020 a las 12:43

Es un doble consuelo para los que tenemos nuestra madre natural en el cielo el saber que María, la madre de Jesús, Madre de la Iglesia, es también nuestra madre. Como señora y reina de todo lo creado, ruega por nosotros en todo momento. Ella conoce nuestras necesidades: "no tienen vino..hacer lo que El os diga".. Ciertamente es un gran consuelo.
Gracias, fray Martín. Y como no, un abrazo de hermano.

Cinthya Marianela
9 de mayo de 2020 a las 16:19

Detras de un abrazo virtual está el deseo real de un abrazo de verdad y asi nos abraza Jesús cuando nos dice vengan a mi todos los que estan agobiados y afligidos ... Todos necesitamos ser abrazados y Nuestro Padre que está en el cielo nos abraza cada día desde que amanece, solo necesitamos estar atentos. Un abrazo !!!

Luis
11 de mayo de 2020 a las 19:53

Ha sonado la hora que los Dominicos vuelvan a reevangelizar al unico pais que lleva su nombre, Republica Dominicana y cuya capital lleva el nombre de su fundador, Santo Domingo de Guzman. Ese nombre le fue dado por el Padre fundador de la Republica, Juan Pablo Duarte, nacido un 26 de enero, igual que el actual superior de los Dominicos, Gerard Timoner.

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