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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

20
Oct
2011

¿Es la paz o el fin de una banda?

10 comentarios

Este no es un blog que trata de política ni está albergado en una página “generalista”. Es un blog religioso dentro de una página religiosa. Pero no cabe duda de que la política tiene repercusiones religiosas y la religión repercusiones políticas. Más aún, la Iglesia, a través de la Conferencia Episcopal Española y a través de los Obispos vascos, se ha pronunciado repetidas veces a favor de la paz y del final de la actividad, inaceptable para las personas de bien, de la banda terrorista ETA. Por eso quiero expresar mi alegría por la declaración que ha hecho un representante encapuchado de esta banda criminal, anunciando el final definitivo de su actividad armada.

Me gustaría comentar algunas cosas de esta declaración que pueden encontrar fácilmente en internet. Una, que los representantes de la banda salgan encapuchados para declarar el fin de la violencia que ellos provocan debe ser, desde su punto de vista, una medida de prudencia, pero no les añade, más bien les resta, credibilidad. Dos, el encapuchado que habla, hace un homenaje a los miembros de su banda que han muerto, y a los que están encarcelados, pero no dice ni una palabra de lamento, y mucho menos de petición de perdón, hacia las víctimas y el dolor irreparable que ellos han provocado. Y tres, el comunicado pide “la resolución de las consecuencias del conflicto”. Declaración ambigua, aunque supongo que bien medida. ¿En qué consecuencias piensa? ¿En los presos? ¿Y por qué no pensar en las armas que no entregan? ¿O en el anuncio de la disolución de la banda?

Todo lo que sean pasos para acabar con la violencia, son buenos pasos. Todo los gestos que indican un camino de alejamiento del mal, son buenos gestos. Los políticos valorarán políticamente esta declaración. ¡Ojalá sea esta la hora de la Política con mayúsculas, esa que busca que todos los ciudadanos, sean del color que sean, puedan convivir en paz! Por mi parte, una última pregunta: ¿Se trata de una declaración de paz? En todo caso si guerra había, al menos en términos estrictos, no la había declarado el estado español. Guerra es un concepto amplio y puede entenderse de muchos modos. Según lo que se entienda por guerra, así se entenderá la paz. Pero estoy convencido que muchos piensan que es un paso, ese bastante firme, hacia el final de una banda que estaba ya en franca decadencia y cada vez tenía menos apoyos sociales.

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La Paz, el camino
21 de octubre de 2011 a las 09:04

El final definitivo de la actividad armada supone el inicio de un tiempo nuevo de paz. Y eso ya es una excelente noticia. Supone que unas generaciones ya conocerán ese episodio negro en los libros de historia. Nadie se verá obligado a exiliarse de Euskadi. Como bien dices ahora es el tiempo de la Politica, del diálogo, de la memoria de las víctimas, de generosidad. De que las buenas gentes vascas articulen su vivir en respeto, en conciliación. Euskadi sin Eta. España sin Eta. Todo proyecto político se puede defender, sin violencia en los Parlamentos y con las leyes democráticas que nos hemos dado, y que tanto nos ha costado conseguir. Y recordar que los inicios antifranquistas de esta banda hunde sus raices en seminarios eclesiasticos. Nada tienen que ver los inicios con los últimos tiempos de la banda. Ya historia. Demos una oportunidad a la Paz. Porque la Paz- Bakea- es el camino.Lo conseguiremos.

javier langarita
21 de octubre de 2011 a las 11:25

Pues yo me encuentro entre los que, con las dosis de prudencia correctas, se debe acoger con gran satisfacción y gozo el final de la violencia. Y en mi recuerdo muchas víctimas, algunas compañeros mías de colegio, como el hijo del General López Garrido. 17 años.
Ahora esto no es el fin de nada. Es el principio de un largo y, seguramente, complejo proceso político donde, al igual que en Irlanda, o Suráfrica, habrá que hablar de reconciliación, memoria, víctimas, presos, beneficios penitenciarios, partidas económicas, normalización de trayectoria laborales,.... mucha política y políticos de altura y valores. De momento me quedo con Agur Eta.

ver los signos de los tiempos
21 de octubre de 2011 a las 15:36

Pienso, que este gobierno ha dado todo a ETA: y este es el pago a tantos beneficios.
Ya estan en las instituciones democraticas.
Lastima las victimas, ¿han mueroto por nada?

Mercedes
21 de octubre de 2011 a las 16:17

Pro. Gelabert , hace usted una magnífica interpretación del comunicado de Eta dividiéndolo en tres apartados a los que me sumo totalmente ,pero pérmitame añadir un cuarto : emplazan a los Gobiernos de España y Francia a reunirse con ellos para decidir el futuro .. ..deduzco por tanto, que lo que pretenden es una declaración independentista y si no se consigue , presumo volverán nuevamente a la violencia que en definitiva ,es su razón de ser y lo único que conocen . Lo siento pero no me fío de ellos en absoluto .
Creo, se trata de una burda maniobra electoral a la que nos tiene tan acostumbrados el Gobierno socialista .

Oscar
21 de octubre de 2011 a las 19:27

Eta se acaba. Eso es lo importante. Recuerdo y honor a las víctimas. Agradecimiento a los que han hecho posible este final. Búsqueda de convivencia entre todos y para todos.

conciliando
21 de octubre de 2011 a las 21:28

La Iglesia vasca puede ser un elemento de conciliación en esta nueva etapa. Facilitando las relaciones entre las distintas posturas. Ayudando a cicatrizar heridas, sembrando esperanza .

Bernardo
22 de octubre de 2011 a las 13:12

Haces un análisis somero y ponderado de este evento y me sumo a él, pero creo que deberíamos saber distinguir entre las víctimas de ETA. No puedo aceptar que el señor Manzanas y el señor Carrero estén al lado de los defensores de la democracia y sus representantes vilmente asesinados. Me suena esto a revisionismo y a querer confundir a la gente. ETA nace en un contexto muy preciso, que no justifica sus crímenes, pero los explica. Ahora se pretende, por ambas partes, superar las "consecuencias", pero es difícil superar estas sin tener presente las causas. Y parece que unos y otros se olvidan de las causas, que por desgracia, no sólo subsisten sino que se han agudizado.

Isabel
22 de octubre de 2011 a las 13:59

Lo que comentas P.Martin,me parece formidable.Sobretodo los dos apartados finales
Precisamente,ayer,con un grupo de amigas comentamos y coincidimos en lo mismo: por qué se muestran emcapuchados;por qué la única defensa en favor de sus compañeros muertos; y pedir la resolución del conflicto,el que llevan pidiendo años:acercamiento de presos vascos y etarras a su Pais;por qué no entregan las armas; por qué no una palabra de perdón y condolencia sincera,a los familiares de sus víctimas?Lo siento pero tengo mis dudas y bien fundadas de que esto termina.Coincidimos mis amigas y yo:Ver para creer--por qué se nos niegan estos gestos aclaratorios de un final sincero?.
¡Ojalá nos equivoquemos y,podamos celebrar con gozo y fiesta el final de esta banda terrorista ¡

rafa lara
23 de octubre de 2011 a las 01:02

Todo es un montaje. Apesta, estamos en tiempo de campaña electoral. Que apaños estarán maquinando. Por cierto, la Iglesia vasca,¡¡ CUANTA CULPA TIENE !!. Solo Dios los puede perdonar, en su infinita misericordia.

Paz y Concordia.
23 de octubre de 2011 a las 15:13

Palabras que impulsan un nuevo tiempo de esperanza y concordia. Las de Luis María Goicoechea. Rector del Seminario Diocesano de Vitoria

"Sugiero sendas posibles para nuestras Iglesias: Podemos contribuir a que las distintas memorias que conviven entre nosotros construyan relatos cada vez más inclusivos. Las razones, los sueños, los dolores, las ausencias de “los otros” también han existido. En este recorrido, nuestra propia experiencia y la de tantos países nos puede servir de referencia y estímulo. Los relatos pueden ser oración, silencio, escucha, mirada, música, danza, cine, escritos, pintura, deporte,… Las fibras del alma son infinitas.

Con el maravilloso mundo simbólico que compartimos en nuestras comunidades, con la fe probada de tantos cristianos y cristianas provenientes de orillas tan distantes, podemos ofrecer a nuestra propia Iglesia y a nuestra sociedad gestos sanadores que alumbren nuestros pasos.
En unos casos, la iniciativa será de la comunidad eclesial (parroquia, diócesis, congregación, grupo). En otros, pueden ser iniciativas personales, familiares, de un pueblo, de un barrio, de una ciudad, de un colectivo (educadores, periodistas, organización de jóvenes, de jubilados…) y ahí nos tocará estar .Y un lugar propio para las víctimas. Son posibles grandes pasos y siempre quedarán piezas sin llegar a encajar del todo. Pero hasta el lenguaje puede ser sanado y ser sanador. Sin apresurar ni empujar a nadie, porque “la historia, la memoria y el olvido” (Paul Ricoeur) nos hacen percibir que el perdón es muchas veces difícil, pero es por ahí, lentamente, por donde iremos elaborando una memoria reconciliada.

Luis Maria Goicoechea
Rector del Seminario Diocesano de Vitoria y
Consiliario Internacional de Pax Romana - MIIC

http://catalunyareligio.cat/es/articles/17513

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