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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

23
Nov
2018

El perdón, entre psicología y teología

4 comentarios
rosasobreverde

El diálogo entre fe y ciencia interesa sobre todo y, a veces, únicamente a la teología, puesto que la teología debe tener en cuenta algunos datos que son objeto de estudio de la ciencia (por ejemplo: el origen del hombre y del mundo; o cuestiones de orden moral y pastoral). Por su parte, en la mayoría de los casos, la teología tiene poco que aportar a la ciencia en cuanto tal. Sin embargo, hay un ámbito en el que es posible una aportación recíproca entre teología y ciencia, saber, el campo de la psicología. El perdón podría ser un buen ejemplo del mutuo enriquecimiento entre psicología y teología.

La búsqueda de reconciliación entre grupos divididos y enfrentados ha desarrollado “terapias del perdón”, pues la psicología ha descubierto los beneficios prácticos del perdón. Ahora bien, el perdón no es nada sencillo, no es simplemente un “pacto de no agresión”. La teología puede ayudar a comprender lo costoso del perdón. Un perdón que no cuesta es frágil.

Por otra parte, la psicología sugiere que el perdón es una iniciativa humana. Por tanto, se trata de ayudar a las personas a perdonar. La teología es consciente de que el perdón es algo que recibimos de Dios y de los demás. El perdón, además de, y más que una iniciativa, es el don que otro me hace. No es sólo algo que se concede. Es algo que se recibe. Ambos aspectos deben conjugarse.

En tercer lugar, la psicología propone que la persona perdone, porque eso hará que se sienta mejor. La teología insiste en la obligación moral de perdonar, más allá del pragmatismo de “sentirme mejor”, para entrar en el terreno de la fraternidad e incluso de lo teologal: “perdonad y seréis perdonados” (Lc 6,37). La teología va más allá del acto concreto y puntual del perdón, para convertirlo en una virtud, en una actitud permanente que se manifestará en distintos contextos.

El perdón sería un caso concreto en el que psicología y teología pueden ser complementarias y aprender mutuamente una de la otra.

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Emilio
23 de noviembre de 2018 a las 20:15

Una estupenda reflexión. Me gustaría preguntarle si es posible también esa aportación mutua de la teología con la antropología que creo que también se puede dar. Gracias. Un abrazo

Martín Gelabert
23 de noviembre de 2018 a las 20:26

Gracias, Emilio, por su aportación. Por supuesto, también puede darse un mutuo enriquecimiento entre teología y antropología. Una buena antropología teológica no puede menos de tener en cuenta las otras perspectivas antropológicas. Pero también la teología puede ofrecer a la antropología una visión más completa del ser humano, al menos puede plantear preguntas sobre si la vida tiene sentido, o cuál es el motivo último por el que decimos que la persona humana tiene dignidad.

JMVG
25 de noviembre de 2018 a las 23:06

Sin entrar en el contenido concreto del post, ateniéndome sólo al tema general de la relación ciencia y fe y por si sirve de ayuda, ya que no es mi intención opinar. En los temas de psicología no todos ven oportuna la intervención de la teología. De hecho, hay quien sostiene que no hay que sería una influencia nefasta por irracional. Así, a propósito del miedo, una de las emociones cruciales, a la muerte, escribe el autor de "Heavens on Earth", podemos encontrar el cielo en la tierra "a través del reconocimiento de nuestra singularidad, de nuestra gratitud por haber tenido la oportunidad de haber vivido, a través del amor a los otros y de los otros". Antes ha dicho que la creencia en la inmortalidad es una respuesta irracional ante la comprensión, de los siete a los diez años, de que el fenómeno de la muerte es irreversible, lo que produce ansiedad y miedo, emociones que persisten en la edad adulta.

En otro orden, la American Association for the Advancement of Science, el organismo estadounidense que rige los proyectos científicos de la nación, ha emprendido un programa de cinco años para exponer los avances de la ciencia y la técnica en los seminarios eclesiásticos y facultades de teología (protestantes y católicos) de USA. Se trata de que los alumnos tengan inquietud por la ciencia y la conviertan en una fuerza poderosa en sus estudios y pastoral. Uno de los beneficiados es la facultad de teología Mundelian Seminary, de Chicago. Para el rector, Fr.John Kartje, esa medida les ayudará a conocer y apreciar mejor la metodología científica y los avances de la investigación, al tiempo que permitirán un mejor desarrollo de su formación teológica con nueva savia de la cultura en que deben expresarse. La iniciativa se inscribe dentro del programa DoSER. (No me molestaría en absoluto si no publican esta apostilla.)

JMVG
27 de noviembre de 2018 a las 18:59

Estremecedor lo de hoy: la noticia de la edición genómica de dos niñas. He aquí el comentario de Georges Church (eminencia del campo y catedrático de Harvard), recibido a través del correo de Nature: “Is the genie really out of the bottle? Yes.”
Leading geneticist George Church says he has seen the data associated with the shock announcement of the first genome-edited babies, and it seems to confirm the claim. (STAT)

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