Logo dominicosdominicos

Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

12
Nov
2011

Comenzar por amar a los de cerca

3 comentarios

La perfección de la caridad no está en el amor al enemigo. El enemigo es sólo el caso extremo del mandamiento del amor, un mandamiento universal, sin discriminaciones, ni exclusiones, ni excepciones de ningún tipo. La plenitud del amor está en el amor entre los hermanos de la comunidad. Este amor fraterno es un reflejo de lo que Dios es, comunión de personas unidas por un amor sin fisuras. El amor fraterno, además, edifica la Iglesia y es el gran signo de credibilidad para el mundo: en eso, en que os amáis los unos a los otros, conocerán que sois discípulos míos.

Es bueno recordarlo con ocasión de la celebración, el domingo 13 de noviembre, del día de la Iglesia diocesana. Porque, a veces, tenemos más olvidados a los que tenemos más cerca. Somos sensibles a las necesidades de los alejados, pero parece que los de cerca, como los conocemos más, ni nos preocupan ni nos ocupan. Y el amor comienza con los más cercanos, con el que tenemos al lado. Cuando vemos en la distancia, los defectos, pecados o deficiencias se difuminan mejor. Eso hace que los de lejos nos parezcan más buenos de lo que en realidad son. Desde cerca los defectos y pecados del hermano no sólo se ven mejor, sino que en ocasiones hasta se engrandecen. Y lo que nos diferencia y nos separa del hermano corre el riesgo de exagerarse. Quizás por eso es más difícil comprender, perdonar y acoger a estos de cerca que no son de nuestra cuerda, que no nos caen bien, que tienen otra sensibilidad.

Celebrar el día de la Iglesia diocesana puede ser ocasión para revisar el termómetro de nuestro amor hacia dentro, a los de cerca, a los que comparten parroquia o comunidad o grupo, aunque a veces seamos tan distintos. Pues esto, lejos de ser motivo de distanciamiento, es un motivo de enriquecimiento.

Posterior Anterior


Hay 3 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


Oscar
14 de noviembre de 2011 a las 13:50

Las comunidades cristianas están formadas por hermanas y hermanos. Puede haber momentos difíciles, pero no deben romper la fraternidad. Las rupturas empiezan cuando el diálogo se hace imposible, cuando las cosas no se pueden hablar, cuando hay silencios producidos por el miedo, o cuando todo deriva en gritos, que impiden escuchar al otro y vuelven a hacer imposible el diálogo. Y lo mismo vale, me parece, a propósito del matrimonio.

Desiderio
14 de noviembre de 2011 a las 16:43

Parece que sea más fácil preocuparse por el lejano que preocuparse (u ocuparse) por el más cercano. Incluso puede ser que el preocuparse por el lejano no sea más que una excusa para no responsabilizarte del que tienes a tu lado. Quien está únicamente, o exagaradamente preocupado por el lejano no necesita realmente una implicación personal, un darse,... Sin embargo, en la convivencia cercana es en la que necesitamos hacer un verdadero ejercicio de alteridad, de salir de nosotros mismos, para, sin renunciar a nuestros principios más profundos, hacer un verdadero esfuerzo por encontrarnos con el otro. Y esto es difícil.

Isabel
15 de noviembre de 2011 a las 18:17

"El Amor se demuestra con obras"
En este caso,de Amor a la Iglesia Diocesana creo que,lo que se espera de todos principalmente es nuestra aportación económica,cada uno según sus posibilidades:para los mas pobres;sacerdotes:seminaristas en el tiempo de su formación,estudios,profesores,mantenimiento de los seminarios,a cáritas, etc.En tántas labores en que la Iglesia pone su esfuerzo y su trabajo por ayudar con recursos a veces tan limitados.Demostrando con ello que,nos importan que,estamos con ellos,que los hacemos nuestros hermanos,nuestra familia.Cada uno sagún sus posibilidades,como la viuda del Evangelio que su aportación limitada fue tan ponderada por Jesús.

Logo dominicos dominicos