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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

10
Mar
2016

Ajuste fino del universo

3 comentarios

Con la expresión “ajuste fino” del universo se quiere decir que las leyes físicas que han dado como resultado la vida están finamente ajustadas, de tal manera que si variáramos alguna de ellas en un ínfimo porcentaje, la vida simplemente no existiría. En otras palabras, habitamos un universo extremadamente improbable, en el cual se ha desarrollado la vida compleja de una manera muy equilibrada. Este ajuste fino es sorprendente y da mucho que pensar. Pero no me parece que pueda considerarse una prueba concluyente de la existencia un Dios autor de tal ajuste. El mismo problema se plantea con la hipótesis del multiverso, o sea, con la hipótesis de que existan múltiples universos distintos del nuestro, resultado de otras combinaciones de las leyes de la física.

La afirmación de que la aparición de este universo “tal como lo tenemos”, que ha hecho posible la vida inteligencia, requiere de un ajuste fino, implica que la posibilidad de que aparezca este universo es prácticamente igual a cero. Y también implica que si se repitiera el proceso no volvería a ocurrir así. La cuestión es: “¿y eso que demuestra?”. Porque cualquier otra posibilidad o cualquier otro “modo” de ser del universo, aunque no hubiera dado origen a la vida, tiene iguales posibilidades de aparecer que el que tenemos. Por tanto, aparezca lo que aparezca, es algo que hubiera podido darse de otro modo, y las posibilidades de los otros modos son infinitas, mientras la posibilidad del que aparece es nula. Aparezca el universo que aparezca, requiere de un ajuste muy especial, muy único. Que aparezca la vida inteligente es igual de probable que el que aparezca otra cosa. Luego el ajuste fino vale para todo. Por tanto, no sirve como prueba de Dios. Porque también serviría como prueba de Dios decir que él ha pretendido otra cosa, la que hubiera aparecido en otras circunstancias.

La cuestión entonces no es el ajuste fino, sino la realidad. ¿Por qué hay algo y no nada? ¿Por qué hay realidad, la que sea, una realidad finita, que no es Dios, que es creatura? La interpretación teísta del ajuste fino es coherente y lógica, pero no concluyente. Para el que no crea en Dios, no prueba nada. Y el que cree, no cree por eso. Ocurre que el que cree, busca modos de entender su fe en coherencia con la realidad. Pero el que no cree también busca modos de entender su “no fe”, o mejor, su hipótesis de “otra fe” en coherencia con la realidad. Todos presuponemos una “fe” (creo que Dios existe; creo que Dios no existe), y desde ese presupuesto buscamos explicar lo real para que resulte coherente con el presupuesto, sobre todo si el presupuesto (el de la fe en Dios, por ejemplo) es considerado vital, decisivo, consustancial y necesario para mi vida.

Es lógico que, al contemplar este universo tan maravilloso, uno se plantee preguntas. Pero la pregunta última y decisiva no es por qué las cosas son así, sino por qué son. Por qué hay algo y no hay nada.

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Anónimo
10 de marzo de 2016 a las 09:16

Una acotación fray Martín. El ajuste fino se refiere a las constantes, lo que Martin Rees sintetizño en libro famoso: Just Six Numbers.Existe abundante bibliografía que sus lectores pueden encontrar en el número 5 de la revista Naturaleza y libertad, monográfico dedicado a "El ajuste fino de la naturaleza".

Anónimo
10 de marzo de 2016 a las 09:27

Disculpe fray Martín, me parece que no he firmado la acotación que acabo de enviarle: JM Valderas

Joaquín S.
10 de marzo de 2016 a las 11:27

El problema, creo yo, es pretender usar el ajuste fino como una demostración racional de que Dios Creador existe. Siempre tenemos la tentación de querer pruebas, de tranquilizar nuestra fe, con métodos de la apologética a la antigua usanza. Queremos alcanzar a Dios con nuestra sola razón, somos pretenciosos.

Y ya Jesucristo nos previno: buscan signos, demostraciones, milagros, y sólo el signo de Jonás nos será dado.

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